domingo, 15 de noviembre de 2015

RECONOCER LA TENTACIÓN




Un rabino judío decidió poner a prueba a sus discípulos y les preguntó:

- ¿Qué es lo que haríais, hijos míos, si os encontraseis un saco de dinero en el camino?

El primero meditó un momento y contestó:

- Lo devolvería a su dueño, maestro.

- Ha hablado muy prontamente —pensó para sí el rabino—, me pregunto si será sincero.

El segundo discípulo dijo:

- Si no me viera nadie, me lo quedaría.

- Ha hablado con sinceridad —pensó el rabino—, pero no es digno de confianza.

Finalmente, el tercero dijo:

- Probablemente tendría la tentación de quedarme el dinero, por eso rogaría a Dios que me diera fuerzas para resistir este impulso y actuar correctamente.

- He aquí un hombre sincero en quien puedo confiar —concluyó el rabino.

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