domingo, 15 de noviembre de 2015

LOS DOS MULOS



Andaban dos mulos, anda que andarás. Iba el uno cargado de avena; llevaba el otro la caja de recaudo. Envanecido éste de tan preciosa carga, por nada del mundo quería que le aliviasen de ella. Caminaba con paso firme, haciendo sonar los cascabeles.

En esto, se presenta el enemigo, y como lo que buscaba era el dinero, un pelotón se echó sobre el mulo, lo tomo del freno y lo detuvo. El animal, al defenderse, fue acribillado, y el pobre gemía y suspiraba.

- ¿Esto es —exclamó— lo que me prometieron? El mulo que me sigue escapa al peligro; ¡yo caigo en él, y en él perezco!

- Amigo —dijo el otro—; no siempre es una ganga tener un buen empleo: si hubieras servido, como yo, a un molinero patán, no te verías tan apurado.

                            ........................

 El orgulloso de su destino, el que hace alarde de obtener un trato preferente, no se detiene a considerar que, en razón de esa misma situación relevante que le da su cargo y jerarquía, el riesgo, la responsabilidad, es mayor que la del que eligió un destino más modesto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario