Un caminante
había llegado a las afueras de la aldea y acampó bajo un árbol para pasar
la noche. De pronto llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le dijo:
- ¡La Piedra! ¡La Piedra! ¡Dame la piedra preciosa!
- ¿Qué piedra? —preguntó el caminante. No sabía de que le hablaba aquel hombre.
- La otra noche se me apareció alguien en
- ¡La Piedra! ¡La Piedra! ¡Dame la piedra preciosa!
- ¿Qué piedra? —preguntó el caminante. No sabía de que le hablaba aquel hombre.
- La otra noche se me apareció alguien en
No hay comentarios.:
Publicar un comentario