lunes, 16 de noviembre de 2015

CUESTIÓN DE NECESIDAD



Cuentan que un desconocido se presentó a la puerta del monasterio llevando oro y rogó al abad que lo repartiera entre los monjes. El abad dijo:

- Los monjes no lo necesitan.

El desconocido insistió, así que lo puso en una cesta en medio del patio con un letrero que ponía:

- El que necesite, que coja.

Nadie tocó nada. Algunos ni siquiera miraban.

Pasado un tiempo, aquel hombre regresó y vio que su oro estaba intacto. Valorando este hecho, alabó a los monjes por su santidad y renuncia. El abad le dijo:

- No se trata de santidad. Todo está en función de la necesidad. Para nosotros, el oro es inútil ya que nada podemos hacer con él. Comemos, vestimos y estamos a cubierto. Nuestras necesidades son otras. Necesitamos a Dios y por eso estamos aquí buscándolo. Ve y da tu oro a los pobres.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario