sábado, 5 de diciembre de 2015

CARA A CARA CON EL PELIGRO



El discípulo le dijo al maestro:

- He pasado gran parte de mi vida viendo cosas que no debía ver, deseando cosas que no debía desear, haciendo planes que no debía hacer.

El maestro invitó al discípulo a dar un paseo. Por el camino, señalo una planta y preguntó al discípulo si sabía que era.

- Belladona. Puede matar a quien coma sus hojas —respondió éste.

- Pero no puede matar a quien se limita a contemplarla. De la misma manera, los deseos negativos no pueden causar ningún mal, siempre y cuando tú no te dejes seducir por ellos —afirmó el maestro.


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